Milber Fuentes

El eco de la doctrina es el espejismo de la libertad.

 La libertad siempre será una salida insidiosa,  

un atajo sembrado de espejismos.  

Creemos que basta con pensarla,  

que el mero acto de soñarla  

convierte sus barrotes en viento.

La doctrina hace estragos en el alma.  

Dejas a un lado lo que alguna vez fue tu humanidad  

y en su lugar alzas un cántico ajeno.  

Las palabras se vacían,  

los sueños se reducen a cenizas.  

Y al final,  

no es tu voz la que habla,  

sino el eco monótono de un credo  

que consume tus pensamientos,  

uno a uno.

La razón se retira en silencio,  

como un huésped que nunca fue bienvenido.  

Y tú, sin darte cuenta,  

ya no eres dueño de tu voz,  

ni de tu sombra,  

ni del reflejo que habita tus días.