Ya no están las mismas cosas
que antes, cuando tú estabas
ya no huele el campo a rosas,
ni se oyen las gaviotas
ni los gorriones, cantan
se durmió la madreselva
descolgada en el balcón,
ya no trepa ni la hiedra
ni están los geranios en flor.
Ya no son las mismas cosas
ya no son, ni parecidas
el olor, la suave brisa
de la noche no se nota,
ni el trigo de los trigales
ni las zarzas, ni las moras
ni si quiera el alma mía
es la misma que era antes.
Se han borrado los caminos
y las sendas, las veredas
se fueron las primaveras
arrastradas por el río,
ya no es igual el campo mío
a ese campo, que era antes.
Ya no quedan madrigales
ni lucen su colorido,
ya no es, ya no es lo mismo
que ese tiempo en que estuviste,
cuando dabas luz al prado
cuando eras, de geranios
y de zarzas lo sublime,
ya no hay nada parecido
desde el día que marchaste.