Querida
Hoy decido poner en palabras lo que mi corazón siente,
un torbellino de emociones, un vaivén constante y latente.
En esta carta, quiero desnudar mi alma y ser sincero,
porque amar y odiar es un juego que me desespera.
Amarte es como bailar en el borde de un abismo,
donde la luz y la sombra se entrelazan en un mismo ritmo.
En la memoria de tus abrazos, encuentro mi hogar,
pero en las palabras que nos hierten, empiezo a dudar.
A veces, el amor se siente como un hermoso edén,
donde los días brillan y el frío se vuelve un bien.
Pero en otros momentos, el odio surge con fuerza,
como tormenta que arrastra, desatando mi tristeza.
Te miro y me pierdo en la profundidad de tu ser,
en tus ojos encuentro universos que no quiero romper.
Pero cada discusión, cada gesto mal entendido,
es como un puñal que hiere lo que creía compartido.
Quiero soltarte, dejar atrás el peso del rencor,
dar un paso hacia la libertad que anhela mi interior.
Sin embargo, tus risas y tus sueños son mi prisión,
y el deseo de seguir juntos enciende mi corazón.
La dualidad en mi pecho me estrangula y me abriga,
pues en cada despedida, parte de mí siempre te sigua.
¿Es posible amar y al mismo tiempo querer huir?
¿Seguir construyendo mientras el odio se hace sentir?
A veces, la vida nos empuja hacia destinos inciertos,
donde el amor se mezcla con los recuerdos desiertos.
Quisiera encontrar la calma en este mar de confusión,
donde el amor no sea un dolor, y el odio una ilusión.
Así, en esta carta, te entrego mis dudas y anhelos,
la esperanza de que el amor pueda sanar los desvelos.
Y aunque el camino sea incierto, y a veces me asuste pensar,
en este juego de amar y odiar, quiero seguir a tu lado, luchar.
Quiero aprender a soltar el miedo y la tristeza,
celebrar cada instante, cada momento de pureza.
Saber que a pesar de las tempestades que vengan,
podemos construir un futuro donde el amor nos sostenga.
Así que aquí estoy, con este corazón desgarrado,
dispuesto a caminar contigo, aunque a veces esté cansado.
En esta danza de emociones, donde el pupilo y el sol,
te elijo una vez más, a pesar de todo, con amor.
Con cariño, Tu fiel acompañante