Cada estado que publicamos permanece en la retina del metaverso.
Cada estado que eliminamos jamás desaparece del todo;
es conducido a un tártaro virtual, una verdadera red profunda.
Asimismo, cada cosa que nos escribimos permanece en la retina de nuestra mente,
Más tiempo del que en realidad quisiéramos,
Y cada uno de sus múltiples significados
puede herirnos de muerte
al ritmo implacable de la viralización
o condenarnos para siempre a un bloqueo inapelable
cuyas razones se deshacen con el frío de la pantalla.