Posdatas - Extracto
I
Siempre queda algo por decir,
siempre, algo
queda en el tintero,
o se deja al final
para que al ojearlo
acentúe lo demás.
Cada día tiene su posdata,
su reflexiva nota al pie,
su resumen;
cada día de cada día
que escribe su diario
perseverante,
inflexible o versátil,
favorable o infortunado,
vivaz o sedentario
y su posdata,
que mañana
alcanzaremos a leer
como la novela
involuntaria
y subconsciente
donde la sorpresa
haciéndose la tonta
descubre en nosotros
los personajes.