Quiero contarles un cuento contento,
él, que vivió mucho tiempo feliz
y entre tormentas, fijó en un desliz
cuyo desplante le quita el aliento...
Por, ser el garbo de aquel sentimiento,
del que hizo un templo a la flor meretriz
y emborrachó en la comida a perdiz.
Qué. No advirtió...Dos de un solo talento.
Quiera la vida mimarlos de gloria,
con emociones tan desconocidas...
Puras y errantes en senda a la historia.
Hacen del libro las libres perdidas.
Que, van honrando, en el templo en memoria.
Esas...las trovas...de amar merecidas...
Autor: Mario Rodolfo Poblete Brezzo.