La Tanatología no es solo una disciplina derivada de la Medicina Forense para trabajar terapéuticamente con aquellas personas que se encuentran cercanas a la muerte, o para aquellas personas que han vivido la pérdida de un ser querido. Esa sería meramente la descripción de esta noble labor.
La Tanatología o el Manejo de Duelo es un arte...Es un arte para invitar a aprender a amar aún sin la presencia física del ser amado.
Tanatología es una virtud que tienen aquellos profesionales que han aprendido de la muerte un privilegio del amor, la muerte decimos los que nos dedicamos a esto, es la virtud del amor, realmente ama quien ha dejado partir al ser amado y al amarlo desde su muerte lo libera de la cadena de la codependencia eterna.
Tanatología es una forma de decir poesía o novela desde la paradoja de la vida y la muerte, ya no como contrarios anatagónicos sino como el mismo punto en el ciclo de la vida.
Para vivir se necesita aceptar la muerte y no la propia muerte sino la ajena, la del ser amado que ha tenido que partir aceptando su propia muerte no como huida sino como inquebrantable destino.
La muerte es una virtud divina que define lo definitivo, lo que jamás regresa y sin que esto signifique un juicio moral por qué creemos que es malo morirse.
El Tanatólogo trabaja desde sus propias lágrimas desde sus propios duelos, desde sus propias muertes intrinsecas en su piel y en su ser.
Un tanatólogo es una especie de Mago que construye con sus artilugios mágicos una sorpresa para el moribundo y para el doliente, no para evitarle el dolor a este último sino para enseñarlo a morir desde la vida efímera y nunca eterna.
Un Tanatólogo es un artesano pintor de Catrinas serias y divertidas en los rostros resquebrajados por el dolor de un hombre y una mujer que se resisten a partir y a mirar la partida definitiva del amor y del ser amado.
En fin, un tanatólogo soy yo y en realidad, siendo franco, no sé por qué me decidi a convertirme en uno de ellos, y ayer descubri que siendo tanatólogo soy una ofrenda viva de todos aquellos seres de luz que han estado muriendo frente a mi durante estos primeros diez años de noble profesión, la cual agradezco a la vida y a la muerte me permita seguir construyendo ofrendas a la muerte todos los días de mi vida...GRACIAS VIDA, GRACIAS MUERTE!
Pablo Lorenzo Garcia