Doy gracias por seguir vivo y entero
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Tristes quejas dejó la vida misma
y que por tanto, fueron un tormento;
es poco lo soñado y lo obtenido
tras esa lucha intensa con el tiempo.
Vanamente severo soy a veces
con esa vida que lo sigue siendo.
¿Si pensar en mis quejas duele tanto
por qué tan dentro de mi ser las llevo?.
¿Por qué no hablando un poco la almohada
y dejo de soñar en blanco y negro ?
Las quejas no te libran de la pena,
ni dándoles motivos pesan menos.
Tantas tuve en un barco de papel
que se hundieron con todos sus derechos.
Cansado de preguntas sin respuesta
mejor sigo mirándome al espejo;
como los hay que están aún peor
doy gracias por seguir vivo y entero.
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Fotografía y poema: Ramón Bonachí.