ESA CLASE DE PALABRA
“Promontorio” es una palabra llana,
es una clase de palabra que infunde radical optimismo
y positivas asociaciones de ideas, y entonces uno puede
ascender un promontorio que parece abocado
al meandro de un río repleto de cañas,
muy colorido en gran parte: con los álamos grises,
con los verdes taráis y por las cornisas de roca pelada
por entre las que deslizarse con cautela,
y la lámina de agua oscura que anuncia
el siguiente recodo del cauce. Y tal vez, allí, bien oxigenado,
apartar las dificultades físicas, orográficas,
también las que interrumpen el paso,
y dar gracias por disfrutar de una vista
tan buena, tan panorámica, bajo las nubes
altas y algodonosas, además de un rico
cansancio en las piernas. Y entonces es cuando la palabra
que irradia optimismo, promontorio,
se estira y emerge
desde la misma orilla
tan poblada de vegetación,
como esas palabras aladas
que siempre te salvan cuando las pronuncias.
Gaspar Jover Polo