José Antonio Artés

POEMARIO AIRES QUE ENVENENAN : PAN PARA UNO

 

Los campos los araron muchos,

pero el trigo creció para unos pocos,

para llenar un plato,

para saciar un hambre.

 

Ni un grano guardó la tierra

para el pájaro errante,

ni una brizna de sol para el vecino

que se duerme con el frío, su amante.

 

Manos que se cierran para no dar,

uñas que rasgan el viento

y esconden el fruto en el pecho

como si el mundo terminara

en la frontera del yo.

 

Cuchillo de la indiferencia,

pan que no se reparte.

¿De qué sirve la madre tierra

si el pan no llega a todas las partes?

 

Cava, hombre, cava tu tumba

con la pala de tu egoísmo,

y entierra en ella el latido

que olvida el corazón ajeno.

 

Porque quien come solo

se llena de vacío,

y quien niega su bondad

vive en la noche sin abrigo.

 

 

José Antonio Artés