Apneas del sueño hacen que camine por el techo; se ve débil. Alucinaciones auditivas la llaman para estirar la soga, pero se pinta los labios de color rojo para tener fecha de muerte.
No caen en los bolsillos las ojeras, pero sí son tatuajes para un alma modesta, en que ocupa un paraguas como bastón. Es la única que quiere salir de su torreón; ha tenido bastantes asperezas con ella. Ya no busca, encuentra.
Es la prostituta inocente de la noche de los cuchillos largos.