Un papel en blanco se puede convertir
En una múltiple escena.
Se sabe que los colores del arco iris
Nunca se van pero no siempre están,
Estos se plasman si viste la tormenta
Su remera cola entre la sonrisa
De los ocho minutos.
Otras veces el papel se va a cualquier
Calle de New York y se zampa
Un bocadillo de salchichas con mostaza
Porque obligan los zapatos: cosa esta
Que viste de Paradoja teniendo
Una señora francesa al pie
De sus aguas; seguramente le falta
No ser conservadora y exibir, como
En tierra francesa, su mama.
También el papel puede dudar,
En esta escena puede suceder
Que si se mira hacia atrás no exista
Puente para volver y las aguas,
En su crecida, todo se lo lleve al mar;
A veces lo erotico cambia su estado
Para no volver siendo.
El papel en blanco no sabe qué vestido
Ponerse, depende de la estela de una vela,
O de si la montaña se pone velo,
O de si se deja ventana abierta o cerrada
Y vuela o no vuela el apéndice
De las mariposas que justifican
Su metamorfosis.
El papel nunca sabe el segundo
Que se convierta en recital,
Lo que sí sabe es que no nació
Para la desnudez eterna
Cuando entra a galope
La luz de una vela.