Soponcio

¡Cállate!

¡Cállate!, no digas nada,  

las sombras nos envuelven

se esconden en la noche,

han olvidado las promesas,  

deja que los sueños se marchen.  

¡Cállate!, que nadie te oiga,  

los secretos son pesares,  

que silencian el alma

donde duelen las verdades. 

Somos gente en las sombras,  

perdedores de una guerra,

¡si, cállate!, por lo que pueda pasar,  

las palabras nos condenan,  

pueden romper esta calma

robando toda esperanza,  

y un posible amanecer.