Compréndeme
Acabo de entrar a casa.
Y tengo que resignarme a ver
Lo que todos los días veo al llegar.
Ella está acostada.
Dichosa ella que puede estarlo.
Evidentemente, nada tiene por hacer.
Sólo descansa.
Mientras yo tengo que caminar
Y caminar, y caminar… todos los días.
Cómo me agradaría que ella estuviese levantada
Esperándome.
Aunque sea con una taza de té servido.
¡Cuán iluso soy!
Tengo mis pies cansados.
Debo sentarme, y seguir pensando…
¡OH, Dios…! ¿Qué puedo hacer ante
Todo esto que me está sucediendo?
Mi vida últimamente está cubierta
Por desdichas internas que me afectan.
Me considero un hombre seguro
De mí mismo, y sin embargo,
Por momentos me siento un ser fracasado.
Fracasos tras fracasos.
A veces pienso que tendría que abandonar
Todo e irme… lejos, muy lejos…
Mis pensamientos son sanos.
Pero a veces ellos se revierten,
Y me califico que soy un demonio.
Pero no quisiera comportarme
Como un ser despreciable.
Si tú pudieses ser como al principio
De nuestra relación, todo sería distinto.
Y mis ánimos cambiarían, seguro estoy.
Retornaría mi fortaleza anímica.
Tal vez estoy pretendiendo demasiado de ti.
Deberíamos tener un diálogo
Para poder solucionar ésta nuestra distancia.
Ésta es provocada por ti.
Realmente no estoy en condiciones
Para discutir. Sería como agregar
Más fuego al existente.
Y, la verdad, es que quiero vivir en paz.
Si no tenemos comunicación entre nosotros, hemos de seguir desconectados de esta realidad.
Una realidad de la cual de mi parte trato
De hallar una solución. Pero tú no me ayudas así sea.
¿Sabes? Tomo una decisión, ya.
Me voy. No sé dónde. Quiero hallar paz.
Iré en busca de ella.
Adiós.
Autor: Hugo Emilio Ocanto
28/11/2024