TE QUIERO Y ME QUIERES.
Te quiero me dices mirándome a los ojos.
Te quiero te digo besándote en la boca.
¿Y qué vamos a hacer si yo he nacido para
quererte, y tú, has nacido para quererme a mí,
y ambos hemos nacido para querernos
con pasión equitativa eternamente?
Nos queremos con locura, con desasosiego
salvaje, con ternura infinita y complaciente.
Te quiero, me quieres; nos queremos…
como el sol quiere y adora al día,
y… como la luna y las estrellas quieren
y arrullan con mimo y dulzura…
la oscuridad oculta de la noche.
Somos tal para cual, amantes desbocados,
locos y furiosos adolescentes, que viven y gozan…
el uno del otro, y el otro del uno… fervientemente.
Vivimos sin control ni mesura, con ansiedad
desmedida, como si el mundo se fuera a
terminar mañana, no deseamos ese mañana,
queremos vivir el hoy por hoy constantemente,
nuestra mente, pregona sin mesura…
¡Que siga la fiesta!
¿Y… qué vamos a hacer si yo he nacido para quererte,
y tú, has nacido para quererme a mí?