Delicadas transparencias
que invadían mi jardín
era su breve presencia
una inspiración sutil.
Soñaba en aquellas blancas
como motas de algodón,
las doradas encendidas
como rayitos de sol.
Cada mañana distintas
colorido sin final
sencillez que competía
con el hermoso vitral.
Claras gotas de rocío
finas perlas de humedad
cautivaban con su encanto
los azahares, el rosal.
Alas cargadas de magia
que hacían el alma vibrar
entre aromas y colores
un profundo suspirar.
Exquisitas, delicadas
su fuerza y fragilidad
luz de mis días de infancia
mariposas de cristal.