El propósito de la ficción es combatir la soledad.
Tal vez esta sea la única manera
en la que creo llegar a ti.
En mis noches solitarias,
cuando siento ganas de llorar,
esta es mi estúpida manera
de sentirte cerca.
Todo lo que hago parece salir mal, ¿no?
En algún momento tuve la audacia
de enamorarme de ti,
de creer que no necesitábamos palabras
para entendernos.
Pues te conozco bien
y sé que sabrás algo de mí,
incluso si algún día te olvidas de mí...
incluso si ese día ya ha llegado.
Juntare mis manos y exigire algún tipo de rezo
por tu felicidad
y lamentando la mía.
Pues lamentablemente mi corazón
ya le pertenece a una mujer,
la mujer perfecta que he conocido,
la mujer cuyo destino no será conmigo.