Caminas pensando:
“Estas calles un canto al silencio,
una voz calla, el viento ahoga,
la miseria se clava en el pensamiento,
cadenas brotan invisibles,
las promesas de liberación
una melodía que emerge
bestial,
las palabras giran en la falacia,
como el polvo de estos senderos
de tierra seca y semillas muertas.”
Cada surco abierto
por el dolor
narra historias que parecen leyendas
promesas que se olvidaron,
caídas
en algún lugar de farolas hambrientas,
donde giran mosquitos
hay un remolino en la justicia,
el viento
trae el eco de un llanto
de una venda ciega
caída en un cauce de piedras,
la lluvia parece esconderse…
En los espacios de la ciudad
se construyen muros
que debían proteger,
cada pedazo se ha pintado de consignas
ilusas.
El tiempo una pequeña sombra
que borra los escritos,
mientras los habitantes dormitan.
Hay hojas deshidratas
en ese árbol,
los frutos que tomaste en tus manos
solo queda el paso del abandono.
Los dedos tiemblan vacíos,
en cada esquina alguien imagina
una tierra para encontrar
el espejismo de un fruto,
algo parecido a la imagen
que guardas en tu corazón de niño.
Es de noche, en tu ilusión,
la justicia se viste de gala,
se embriaga con la igualdad.
En las plazas, las piletas
se han secado… ¿Que luna se refleja?