Tus ojos son marrones... marrones cafuné,
Me miran y acarician... me miran y anhelo ser semilla que se acuesta en la humedad de tu piel.
Quiero hacer puntillismo con mis labios en tu rostro, con el arte de la paciencia acariciar todo tu ser.
Perderme en los pasillos de la sombra de tu pelo,
Y encontrarme siendo Rapunzel.
Sentirme viva y dejar de ser una errante fugitiva.
Quiero correr, contra el viento y el mismísimo céfiro,
Y así obtener... De tus labios una gota de miel.