Se acabó el amor y aunque supe el porqué, me pregunto desde cuándo comenzó a morir.
Nació de la nada, entre poema y poema, se dio como una flor silvestre que aun sin agua crece y se alimenta de casi nada día a día.
Se fue dando tan extraño y a la vez tan bello, daba una sensación de que iba a durar mucho tiempo, que sobrepasaría lo malo que un día pudiera atacarlo y así fue ...
De un momento a otro las nubes negras comenzaron a oscurecer el panorama del amor, las peleas, los enojos y los malos momentos se fueron apoderando de todo, las poesías iban muriendo en la inspiración de ambos, de vez en cuando él, otras yo... pero se fue acabando ese anhelo de unirnos un día en una bella pareja.
La pareja se dio, pero para los malos momentos, los buenos cada vez duraban menos y era ya una completa tristeza solo hablar.
Verse no era ya parte de lo que un día nos unió, ya no importaba si había emoción, pues había terminado esto también, era tiste, pero era la realidad y había que tomar las cosas con la verdad más dura, no había más...
Pasaban los días que fueron meses y alguien tenía que tomar la decisión para salir de esa fea sensación de dolor constante y que no tenía cura.
Las noches largas pensando en cómo se lo diría, cómo decir algo que también ya sabía y sentía, pero que por alguna razón no quería aceptar, así se fue un mes, dos y no se iba, la verdad ya pesaba más que las lágrimas y con la verdad en los ojos había que tomar el toro por los cuernos e irse si él no lo hacía.
Cuando ya las noches eran más tranquilas, las mañanas en calma y los días transcurrirían sin discusiones ni peleas, ya se comenzaba a respirar esa paz que tanto anhelaba, la depresión por la ausencia de mi Madre estaba cediendo, la ansiedad era temporal, aún se pensaba en ese feo momento en que todo ese caos volviera.
Una mañana de septiembre le hablé, la ansiedad me había copado los nervios y sabía que ese día era ya el último en que soportaría esta mala relación. Y así fue, se lo dije, no lo aceptó, se lo repetí, se molestó, me ofendió como tantas veces y me sentí tan mal que hasta náuseas llegué a experimentar. Ya no lo amaba más, ya todo se había acabado y esa insistencia suya me enojaba también.
Expresé mi adiós y me aparté de él, insistió un poco más, pero yo ya no estaba a su lado. Prefería la calma de la soledad y la paz que ya había experimentado, solo me quedaba irme de un solo golpe y así lo hice.
Dejé todo atrás, su nombre, sus fotos, sus poemas y sus manías que una vez me unieron a él, dejé el amor que un día sentí y que había sido tan golpeado por ambos por meses, años, ya no me quedaba más qué dar y sin pasado me dediqué a mí misma.
Van unos meses así sola y me siento libre, era como cargar un ataúd pesado que llevaba a dos personas y que no quería dar su último viaje al patíbulo del olvido, pero la situación obligó y hoy a unos cuantos meses de la partida ciento que fue el peor tiempo que he vivido, fue la peor relación que un día evité tener, pero que debido a un romanticismo antiguo y hasta ridículo me hizo creer en el amor, pero que no lo era... eso era otra cosa.
Lo que viví a su lado era una relación tóxica con un psicópata narcisista que dio sus primeros rasgos desde el comienzo, pero que el amor por la poesía no dejó ver y solo me hizo mal, fue tan dañino que hoy hablo con una buena psicóloga para sacar todo ese veneno que este ser me inoculó.
Ahora sé que el amor es otra cosa, es algo que no viví nunca y que solo lo conozco en poemas de los viejos autores. Ya la paz es mi meta y la estoy consiguiendo día a día en la lucha para acabar la depresión y la ansiedad de raíz y poder olvidar.
Esto lo cuento porque ahora es casi que una epidemia. El trato con narcisistas, es ya tan normal que las parejas, hombres y mujeres no lo dicen, tal vez por miedo a estar solos o yo que sé...
Vivir con el amor es algo bello. No se duda de que haya momentos duros y difíciles, pero una relación con uno de estos personajes es un completo caos. No quieres despertar en las mañanas por el miedo a las peleas, a su mal trato y a la rabia que te hace sentir casi a diario.
Se termina cansado y sin ganas de vivir, pero cuando sacas de ti todo ese mal momento y esos malos sentimientos te vas sanando y lo mejor es tener a un terapeuta contigo, solos no podemos y ellos saben muy bien qué decir y hacer para que dejemos una relación de tortura tapada bellamente de poesía, de amor entre dos poetas.
Finalizo mi historia dejando en claro que entre hombres y mujeres existen estos personajes que dañan desde adentro el corazón y la esperanza en el amor y en sí mismos.
La página ha sido cerrada, la última ya se cerró y hoy queda rescatar el amor propio, la dignidad que es lo que más se sacrifica en una relación con un psicópata narcisista.
Doy gracias a Dios por su gran amor que me sana cada día, a Dante mi amado gato que me acompaña siempre y a mis mejores amigos.
Anna. Dolores luna. 🌜
Noviembre 28. 2024.
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