Olfateo la exhalación de los otros
y después orino sobre mis pies
para impregnar el suelo
con el olor de mi animal guardián.
Así, me preparo para combatir,
armado con verbos definitivos,
por la preservación de la inteligencia
en el peligroso zoológico digital.
HuGóS | 10-30-2012 | 1:18 a.m.