Emilio Barrios

Pausa para pensar.

El viento sopla mi rostro, la duda me condena y la nostalgia me asecha.

 

Entre mi sentimiento y mi rencor hay una pequeña brecha, una tregua.

 

Lo siento en los huesos como un frío eterno; muriendo voy de hipotermia.

 

Hago una pausa de mis pensamientos; no logro conectarme con mis sueños.

 

A veces quisiera dormir sin relojes, sin pensar en el tiempo; despertar no quiero.

 

El odio sé que no es bueno, pero a ello me aferro; está mal, sé que odiar no debo.

 

Quiero volver a aquellos días en que mi corazón era cálido; ahora es puro hielo.

 

En mi interior vivo en un constante invierno, con sus tardes grises y sin consuelo.

 

Quiero sentir el calor de un cuerpo, un beso tierno, unas palabras de aliento.

 

Se ha vuelto adulto el niño que llevo dentro; de a poco va muriendo de viejo.

 

No creo en el cielo, menos en el infierno, lo que sí creo es que todo es incierto.

 

No se cumplen los deseos; lo de tirar una moneda en la fuente es solo un juego.

 

Mirarme al espejo no siempre es por vanidad; es para recordarme no volver atrás.

 

Hay senderos que no volveré a transitar; sobre mi pasado no me apetece caminar.

 

Me veo entre la fantasía y la realidad; la tormenta que llevo me destroza sin piedad.

 

Me detengo al costado de la carretera de mis ideas, hago una pausa para pensar.