El faro de un invierno eterno
Perderte fue apagar el faro que encendía mis noches oscuras y mi brújula empezó a apuntar a ninguna parte.
Me convertí en el fantasma de una casa embrujada llena de puertas abiertas que solo conducían a memorias perdidas.
Se acabaron secando mis raíces, como un árbol de ramas secas viviendo en un invierno eterno sin tus primaveras.
Las estrellas que un día brillaron se convirtieron en satélites y el cielo refugio de promesas, se transformó en un mapa lleno de soledad.
No sabía lo que era la eternidad hasta que conté las veces que me faltaron por besarte.
Pero créeme, si vuelvo a encontrarte siempre estarás presente en el lugar donde nunca te fuiste…
Mi corazón.
-Jordi Etresi
-© Copyright 2024
-Todos los derechos reservados.