Una, dos y tres.
Más que un chévere paso,
Es sonrisa en tres pedazos
Esa que lleva usted.
Muero porque se integren
Los cráteres más vistosos.
Y aplaudirla, deseoso,
Verla tres veces alegre.
Alguien tan, pero tan sabio,
Tal vez tatarabuelo,
Le puso dos trozos de cielo
En cadena con sus labios.
Entre notas de su chelo,
Regáleme sus vivencias,
Regáleme su presencia,
Regáleme sus hoyuelos.