Pero encomendémoslo todo a Dios, que Él es el sabidor de las cosas que han de suceder en este valle de lágrimas, en este mal mundo que tenemos, donde apenas se halla cosa que esté sin mezcla de maldad, embuste y bellaquería. El Quijote
Los colores me alegran,
es luz vívida,
cómo no maravillarse,
puedo distinguir el mar de las nubes,
a las mariposas de las flores
¡qué bellezas!
Sin embargo,
son fantásticos el cromatismo del amor,
de la música, de los sueños, de la poesía,...
¡Qué de brillos me muestra la duda!