José Luis Barrientos León

Anhelos de fe

 

Continuo aun dispuesto a la sorpresa,

en medio de este laberinto absurdo,

de ventanas entreabiertas,

que impiden contemplar,

 lo impecable de tu rostro,

el color de tus ojos,

velados por el color de mi invidencia

tus mejillas consteladas,

extintas por la distancia de mis creencias.

 

He pretendido este tiempo,

forzar la oscuridad del día,

 para impedir el tiempo,

largamente explicado en silencios,

absolviendo a mi alma,

de las sombras que tejen la ausencia.

 

He jugado con mis huesos,

con mis pasos que me acercaron a los abismos,

con mi nombre que me alejo de tu belleza,

hasta convertirme en cenizas,

de sangre incinerada por los miedos.

 

Miedo a la luz que ilumine mis huesos.

Miedo al amor que confirma promesas.

Miedo al arcángel que anuncia herencias.

Miedo a un Dios que te abraza sin manos.

Miedo de mí, de responderme a mí mismo.