Al Zombigal

Presencia divina...

Ayer que lloraba 

Una presencia extraña secó mis lágrimas 

Y un torrente de paz fue  invadiendo mis entrañas

Mientras mi corazón gozoso palpitaba 

 

Cerré los ojos y te ví junto a mí 

Eras tú Señor, eras  tú quien me acompañaba

Te sentí en la paz que me brindabas 

A pesar del infierno en el que minutos atrás estaba 

 

Tu manto cubrió el frío de mi espalda 

Y cuál padre protector aliviaste mi dolor 

Me diste a beber tu brebaje en esa taza 

Que transformó mis maldades en amor 

 

Hoy sé que estás conmigo 

A pesar del lodo que a mí paso tiré 

Me das tu mano como verdadero amigo 

Sin reprocharme tus preceptos que ignoré

 

Gracias Señor por no abandonarme 

Gracias por darme tu Santa Bendición 

Por llevarte al limbo mis pecados 

Y limpiar mi angustiado corazón 

 

Te pido postrado no permitas 

Que mi camino nunca más vuelva a extraviar 

Cerraré los ojos cada vez que quiera ver 

Que a mi lado en todo instante siempre estás!