Escribo la poesía en cuaderno;
Soy la poesía;
La voz en off del cuerpo;
Y vivo y reacciono,
Sujeto de sonido,
Sujeto de latidos,
Voy y vengo
No hay avance dentro
Sino crecimiento, quietud,
Muestro mi rostro.
Insisto como el corazón bombea
He de seguir viviendo, mirando
Lo que se quiere que mire
No hay ajuste desde dentro,
El que arde, estos sentimientos,
Alardes de mi yo ilusorio,
Soy y no soy y vuelvo de donde vine,
Conciencia universal, separada
Envuelta en la carne, regalada.
Déjame decir lo propio, en silencio.
Como un témpano de hielo que decrece pero da vida en este acto, su derretimiento en el tiempo necesario como la vejez. No veo en esto la muerte sino la cúspide del objeto inanimado y del hombre que ya en sus límites y convicciones cruza la frontera y erosiona, se vuelve el arte que quizo.
Se vuelve ofrenda, emigra, eclosiona, y tal vez en este acto, halle el nuevo mundo.