gaspar jover polo

EL GRAN LÍDER CIMARRÓN

EL GRAN LÍDER CIMARRÓN

 

La manada de perros sin amo

recorría a lo ancho la pradera

tras los pasos del líder cimarrón.

Y era aquel líder con grandes dotes

el más alto, el más violento

y ocurrente semental.

Con ojos entre azul y negro

brillante, amenazador, y el morro chato y los dientes

todavía relucientes, llevaba

la voz cantante, y era el perro que tenía

más ocurrencias pues

había aprendido verdaderamente

el oficio de avanzar.

 

La manada avanzaba aguerrida sobre el charco,

sobre el polvo o la nevada,

pero, aun así,

las cosas no les salían del todo bien,

y no había día que no perdiera un perro, o que alguno se malograra

bajo las ruedas de un auto,

hasta el punto de que el número de sus miembros

decrecía a simple vista, se reducía

con respecto, sobre todo, a los días en que causaban pánico de verdad.

Porque ya no eran tiempos para correr en manada,

salvajes a campo abierto, para vivir bajo el cielo

y sobre caminos muy muy trillados en completa libertad.

Especialmente hosco,

pendiente, circunspecto, desconfiado

arriesgaba obligado por la necesidad,

se preocupaba por todos,

sin más llevaba la carga,

y era tan grande su odio que,

en ningún momento de la jornada,

parecía preocupado por su propia situación.

 

Gaspar Jover Polo