Caminante que recorriendo vas
las calles solitarias de cualquier lugar
por esos caminos que el alma dibuja
en andar errante, olvidar o encontrar,
cargando el bagaje de sueños en puja.
Corazón y mente juegan su partida
el andar regala las nuevas memorias
como brisas suaves de antes del estío
los viejos recuerdos se guardan historias
como los remansos lo hacen en el río
Sueños de mochila con cierto candor
leñitas secas que avivan las llamas
una mansa luna y el titilar de estrellas
alumbran la noche que huele a retamas
recordando pasos que dejaron huellas.
El corazón de entre sus memorias busca
aquel amor, que lo envolvió en tibieza
guardando emociones de pasión y locura
mientras la mente, donde todo empieza
opondrá disidencias sin mayor cordura
Tal vez caminante cuando un alto hagas
buscaras inquieto en el renglón de experiencias
que el amar y viajar moldearon su encanto
los tantos sueños ya vueltos vivencias
sellando quimeras al desplegar su manto.
Por eso el destino le ofrece al coraje
elegir el sitio en los dibujos del alma,
el lugar exacto donde hacer la base
secando el rocío que humedece la calma
y encontrar el disfrute del tiempo que nace.