Ella desea arrancar de cuajo
sus acciones negativas,
sembrar el aquí y el ahora
a su espíritu convertir en flor
y en sus pétalos llevar los defectos,
para que la fría noche los condense
y convierta en virtudes,
con el crisol de la vida decide
perdonarse a sí misma,
y los deseos con hebra de oro y plata
los tejes hasta verlos cumplidos.