MADRE NATURALEZA
Grita la Madre Tierra.
Con voz profunda y sentida.
Sangrando por las heridas.
Lamentando el tratamiento.
Y en la más profunda, ira.
Convulsionan sus adentros.
La vida sigue su curso.
Pero rompiendo las reglas.
Tierra amada que, suspiras.
Con tu extraordinaria fuerza.
Amante fiel, dando frutos.
De espectacular belleza.
Ausentes están las almas.
De los gritos de la Tierra.
Que, en la vorágine, viven.
Envueltas en sus riquezas.
Ausentes los corazones.
Del amor de nuestra Tierra.
Con el corazón herido.
Y entrecortado el aliento.
Brama la tierra en su intento.
De reclamar sus derechos.
Oídos sordos hace el Hombre.
Pues, parece, que se esconde.
Replegado en sus deseos.
Vivir sin el sentimiento.
Que la Madre Tierra es nuestra.
No hay otra que sea gemela.
Ni otra que se le parezca.
Pasa el tiempo y se respira.
El, fin, de su generosa entrega.
No se olvide a nuestra Madre.
Madre de Naturaleza.
Ángel L. Pérez ®
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30/11/2024