Isaac Mendez

UNA CARTA IMPROVISADA

 

El primer día, sentí que me perdí en tus hermosos ojos

después de un mes me enamore de esos besos en la frente

paso un año y tus dientes chuecos se volvieron mi delirio

hoy no quiero que se me vaya la vida sin recitarte un: “Te amo”.

 

Mujer alta, de ojos grandes y cabello hasta la cintura

un poco torpe y distraída, pintura en sus labios y en sus botas casquillos;

abrazos suaves como sus mejillas, sus manos saben nuestras aventuras

al final del día solo nos quedan los recuerdos y una disculpa que nunca nos dimos

 

Te debo un abrazo y tu una sonrisa

he pensado muchas veces que nos saldría barato tirar el orgullo a la mierda;

esta es una carta improvisada, dedicada a esa promesa mía de amarte

aunque tu seas de venus y yo de marte.