Fueron almendros en flor
y rosales sin espinas,
fueron tallos de algodón
tulipanes, a escondidas.
Fue, tan puro nuestro amor
que las flores lo sabían,
que el olor que desprendía
no alcanzó ninguna flor.
Y entre flores nos amamos
y entre flores, se veía
que eran flores nuestras manos.
Y que el campo pretendía
con sus flores igualarnos
sabiendo que no podía.