Pilar Luna

BODA GITANA

Llegó el día del derroche

a una raza de leyenda,

pocas luces en el cielo

y las farolas de la ciudad

son estrellas sin rendición,

iluminarias errantes

de sus vestidos de colores. 

La joven se somete,

se asusta la hermosura,

tres rosas sobre el pañuelo,

tres veces reza la pureza

cubierta de peladillas fecundas,

zarcillos y collares

sobre el pecho de la novia.

Cantan la alboreá,

a hombros salen los novios,

la comunidad entona

el yeli a la alegría,

desgarrados los gitanos 

rompen los ojos de azahar

de sus camisas sin mácula

hasta crujir las guitarras.

Respeto al Patriarca,

el valor de la palabra,

salud y libertad,

la señal de los gitanos,

siempre la hermandad.