~ * ~Sinopsis:
~ * ~Tatiana del Hueso es una joven serena, tranquila y en paz, pero, su paz se vuelve ensordecedora cuando en cinco noches consecutivas recibe una clase de serenata por su novio el cantante llamado Isidro del Campo…y se rompe en pedazos esa paz en su tranquila vida…
Sucesos:
Tatiana del Hueso tiene un novio llamado Isidro del Campo. Isidro del Campo es su mejor amado y amante de todos los tiempos. Tatiana del Hueso es serena, tranquila y tiene paz como el tormento frío, pero, en sentido adverso. Tatiana del Hueso es una joven llena de sueños, de cabellos castaños y de ojos marrones que siente como el recelo de vida cuando en el frío ademán es como una mujer sin amor, sin pasión y sin vehemencia en el alma y en el cuerpo. Tatiana del Hueso se siente como una gota llena de pasión innata y de celos indomables en el amor, sólo, ella desea ser serena, tranquila y con una paz deseando caer en el abismo lleno de un fuego incontrolable deseando ver el cielo de paz e indomable tranquilidad, pero, todo está al revés. Tatiana del Hueso se ve en la encrucijada de tener una vida tranquila, sosegada, templada y en total paz. La joven de ojos castaños vive trascendentalmente con una paz indomable, una paz en total tranquilidad, sosegada, en silencio sabio automatizando la sabiduría en su propio interior. El novio de Tatiana del Hueso llamado Isidro del Campo conoce a Tatiana del Hueso en la playa ¨Los Caracoles de Colores¨ cuando en el mar se desviste el calor sucumbiendo, zozobrando y dando un chapuzón en ese mar cálido para evitar el frío constante que embarga a la ciudad y más a la playa de ¨Los Caracoles de Colores¨. La vida de la joven se siente en la encrucijada de ver al cielo de gris tormenta cuando la tempestad destruye y es destructiva en la ciudad y eso a Tatiana del Hueso no le gusta, no le agrada porque su paz y su tranquilidad valen la virtud, honra y honestidad por ser como el pasaje de ida sin regreso en un tren que la lleva hacia el mismo norte. Tatiana del Hueso conoce a Isidro del Campo en la playa ¨Los Caracoles de Colores¨ nota que ése hombre le hace perder la paciencia y la paz en su corazón dejando opaca la luz inerte de su alma y eso no lo permite ella jamás. La paz para Tatiana del Hueso es sentir la serena calma desatando la furia y la paz incontrolable que en ella ése hombre ha infringido, pero, es infructuoso porque ella sabe una cosa que su paz nadie se la quita ni un hombre. Isidro del Campo conoce a Tatiana del Hueso cuando en el mar une a su alma con el corazón de ella. Tatiana del Hueso sólo quiso tener una paz incontrolable cuando en el afán de creer que Isidro del Campo le envenena su alma y más su corazón de vivir sin paz. Si en el corazón de Tatiana del Hueso se da un sólo latido cuando halla al verdadero amor y es Isidro del Campo cuando conoce a ése hombre en la playa ¨Los Caracoles de Colores¨. Tatiana del Hueso se ve en la encrucijada de un mal tiempo cuando su paz es atacada por un hombre que acaba de conocer en esa playa. Si Tatiana del Hueso se siente como en la encrucijada de un espanto cuando Isidro del Campo comienza a cantar al lado de ella una canción que se titula: ¨Amor Mío¨ que dice así…
-¨…Amor mío, soy sólo un impío con tu alma y corazón, si me dieras amor sabrás que seré de tí…¨-,
Isidro del Campo grita esa canción a todo pulmón en la playa ¨Los Caracoles de Colores¨, y todo el mundo se ha alegrado del vozarrón que posee el jovencito menos Tatiana del Hueso y todo porque ella es serena, paz, tranquila, sosegada y con temple. La bondad y la paz para Tatiana del Hueso hechizó la forma y la manera de dar con la buena suerte cuando Isidro del Campo se marcha de su lado en la playa ¨Los Caracoles de Colores¨, pero, no, no aún, no se marcha lejos cuando sólo regresó con una guitarra a entonar la canción más endecha de toda la vida y de toda ocasión. Mientras que Tatiana del Hueso lo observa con su guitarra y con la entonación, firmeza y afinación que posee todo cantante que se ve en la encrucijada de quedarse sin paz o marcharse para obtener, otra vez, su tranquila vida, su sosiego y su paz incontrolada.
Tatiana del Hueso se siente en la amarga soledad que vive y en un sórdido silencio que mata todo a su alrededor. Tatiana del Hueso en el embate de creer en el alma muerta se ve en la encrucijada de quedar bajo el cielo lleno de una tempestad en furia y así está ella en su habitación con furia, euforia, tempestad y muy arraigada la espera de la espera e inesperada paz que le sigue, y que le persigue desde que quedó huérfana de padres. Tatiana del Hueso se vio edificando la forma y la manera de creer que su mundo necesita de ella, aunque no es así, sino que el mundo necesita su propia paz. Tatiana del Hueso se siente en soledad amarga como la hiel en su habitación, con una paz sosegada, templada, y muy tranquila, cuando de repente, se percibe una idea, una voz y una paz inquebrantable en la habitación de Tatiana del Hueso y es Isidro del Campo, el novio de ella, el que canta con un sólo pulmón, el que canta a cuestas de la razón, el que canta con locura y con poesía. Y para Tatiana del Hueso fue la gran tortura y la gran espera inesperada de quedar bajo el imperio de una paz violada por el ruido ensordecedor, el que conlleva una dulce atracción, pero, es tan amarga en los oídos de Tatiana del Hueso. Tatiana del Hueso escucha el sonido a todo pulmón, y es una canción llena de amor, pasión, de vehemencia y la canción que en poesía canta así:
-¨…Tatiana la dulce muchacha de ojos castaños, no me hagas daño ni engaños, si yo te amo como la tirana de mi amor y de mi corazón, abre la ventana y sabrás que soy tu hombre, con el nombre de Isidro del Campo, el que te espera para amarte más…¨-,
El joven Isidro del Campo, le ha llevado una serenata a su único amor llamado Tatiana del Hueso, y es una bella serenata con guitarra, violines, acordeones, y un bajo. Tatiana del Hueso y su paz se vio alterada, intranquila, y con un ruido ensordecedor que irrumpió en un sólo frío destino. Isidro del Campo, en contra de la voluntad de Tatiana del Hueso, le ha violado la paz, la tranquilidad, el sosiego y la templanza en silencio total. Tatiana del Hueso sin encender luces en esa oscura habitación se cuece de un dolor muy profundo, cuando ése hombre Isidro del Campo le ha cantado una serenata, sí, la primera serenata. Isidro del Campo desea enamorar más a Tatiana del Hueso con el canto de la guitarra y de la gran suerte en revolver a la paz de la jovencita en una serenata con un ruido de guitarra ensordecedor liberando la paz de la muchacha en caer rendida en un abismo de un fuego letal donde cruje la leña con el fuego devorador que empieza y sin terminar en el frío y cálido averno a la vez. Tatiana del Hueso con esa serenata sólo quiso entrever la razón y la locura al unísono cuando la paz quedó violada, intranquila y buscando la paz nuevamente para poder dormir mejor. Tatiana del Hueso quedó con el corazón inerte, tan cálido, y sin ser frío ni condescendiente quedó automatizando la espera de que ése hombre se fuera lejos del balcón de los sueños con la serenata de la realidad que le ha otorgado la vida, el amor y la pasión enamorada. Tatiana del Hueso se siente en la pena, en el dolor y en el sufrimiento mortal que es letal en el corazón y en el alma cuando desde su habitación escucha la voz de su amado y de su amante llamado Isidro del Campo con una serenata de cortar las venas, de enamorar con el alma y con el corazón. Y así era la serenata para enamorar en sentido adverso también con odio o con recelo y viceversa. El alma de Isidro del Campo logró penetrar hasta con un sólo pulmón cantar la serenata a Tatiana del Hueso, quedó satisfecho y muy real en su propósito, pero, con un sólo dolor en el corazón que Tatiana del Hueso quiso más a su paz sosegada, tranquila y templada que el ruido ensordecedor de una serenata cerca de su habitación. Tatiana del Hueso quedó sin responder a la serenata.
Tatiana del Hueso sabe una sola cosa y es que si recibe una serenata tendrá que aceptar todas las demás serenatas y a ella eso no le conviene. A Tatiana del Hueso sólo le basta el silencio, la paz que sin ser sórdida, la tranquilidad en sosiego constante y una paz sin ser violada por el ruido. La vida de Tatiana del Hueso se debe a que el silencio, la paz y la tranquilidad son la carta de presentación para su esencia, presencia y sin ausencia de una paz que le llega de toda la vida desde que fue abandonada y huérfana de padres. El amor para Tatiana del Hueso ha sido infructuoso cayendo en un frío inestable, sin ser impoluto y con un tiempo sórdido sólo queda la vida de la muchacha. Y la joven de ojos castaños quedó con el dolor en el alma, con el corazón en pedazos, en trizas la mente y los oídos marcando una trascendencia y una tendencia de paz, de tranquilidad y de sosiego constante con esa dulce paz que le propone libertad y ser libre como libertar el alma del ruido ensordecedor a su alrededor. Tatiana del Hueso se ve en la malaventura y con una locura en paz que sin calmar redención se siente como el delirio delirante de creer en el alma y en el corazón ciego de horrores y de ruidos ensordecedores cuando en el albergue de su corazón acecha con la propia voluntad sin responder a esa serenata sin interponer que su paz sea una paz violada con el ruido. Tatiana del Hueso sabe una sola cosa y es que si responde a esa serenata tendrá que responder a otras serenatas que cante con guitarra en mano la tonada de esa rica canción inédita escrita por Isidro del Campo. A Tatiana del Hueso eso no le agrada cuando en la calma y en la redención autónoma de creer en el trance directo se aferró a su paz, tranquilidad y sosiego templado. Tatiana del Hueso quedó como el roble en defensa de su paz, pues, su tranquila vida era todo para ella, porque desde que quedó huérfana de padres sólo hubo y existió un silencio aterrador, el cual, ella totalmente se acostumbró. Tatiana del Hueso se ve en la zozobra de obtener que su paz sea tranquila, indeleble a la vida y que sea sosegada sin un sólo espanto. La vida y la paz para Tatiana del Hueso quedó como la transigente comitiva de sabios silencios cuando el silencio es más sabio que el ruido y que las palabras buscan una conversación, la cual, a ella no le agrada para nada. Tatiana del Hueso quedó como el ir y venir lejos de la realidad, pero, era su vida, su paz y su calma sosegada en discernir lo que a plenitud converge en el trance directo en entregar de la razón y la locura también de saber que la paz lo era todo. Tatiana del Hueso sabe una sola cosa y es que su instinto sabe que la paz lo era todo para un dolor, una tristeza o una pena que siente y presiente en su débil corazón. Tatiana del Hueso sabe una cosa que si recibe una serenata debe recibir a las demás serenatas y eso a ella no le agrada, pues, su paz, su instinto y la bella situación que es una serenata de enamorados a ella y a su paz de vida es insoportablemente violada, marcada e irreverentemente maltratada. Si para Tatiana del Hueso es desafortunadamente que la paz lo era todo para las vidas, para las almas, para las personas cruzando y viviendo sus propias vidas. Si para Tatiana del Hueso inicialmente la paz es incontrolable y muy indeleble con la fortuna de ella que es su paz, la tranquilidad, el sosiego constante y la demencia en vesania e ignominia insensata de creer que es una vergüenza sin tener ni conciliar la paz. Tatiana del Hueso se aferra a la idea de entrever que la razón, que su futuro se ven y se miran en el ¨derriere¨ de unas espaldas automatizadas de espanto cuando no tiene ni posee la paz y todo porque esa linda serenata le convida la paz y en ser inalterada a ella no la desea más. Si Tatiana del Hueso en el instinto sin tener una sola verdad y una sola paz para poder vivir sin reyertas, sin altercados y sin contiendas en la camorra de la vida no se ve en la encrucijada de estar y permanecer sin su paz, la paz que emana y soslaya de su buen instinto.
Tatiana del Hueso se electriza en la forma y en la manera de creer que ha llegado y emanado otra noche más y con la noche otra serenata en la noche por estar tan enamorado Isidro del Campo. Llegó la noche, otra noche más y con la noche otra serenata para Tatiana del Hueso para saber si la recibe y enciende las luces de su habitación o queda a oscuras sin poder hacer el menor caso en poder responder a esa serenata tan enamorada de la vida por el cantante Isidro del Campo que con guitarra en mano le canta a la vida, al amor y a la pasión vehemente. Isidro del Campo es un cantante de serenatas, pero, ésta vez se aferra a la odisea y a la manera de entrever que Tatiana del Hueso le responda a su serenata y la que canta por estar enamorado del amor, de la pasión y de la emoción deseando abrir el recelo de la vida y de la conmoción en realizar una serenata por atreverse a desafiar la vida, el amor y la pasión. Isidro del Campo se llena de amor, de pasión y de una vehemencia sin concluir aún cuando en el alma y en la vida se aferra que la serenata es por estar tan enamorado de Tatiana del Hueso. Isidro del Campo le lleva a Tatiana del Hueso la segunda serenata en el día consecutivo. La segunda serenata es la más efervescente serenata y tan llena de amor, si Isidro del Campo en el albergue autónomo de creer en el frío desierto se cuece de un sólo tormento cuando ella no responde a su serenata consecutiva en día aledaño al de ayer cuando ya lleva dos serenatas para la mujer de sus sueños cantando y dice así la canción…
-¨…la vida comienza en amar lo nuestro cuando tú Tatiana de mi corazón eres la titana de mi alma con la luz que llega de tus lindos ojos castaños cuando me dices te amo, sí, abre la ventana que estoy aquí por tu amor y por tí…¨-,
Tatiana del Hueso electrizó la forma de responder y quedó dormida con esa linda serenata entre sábanas blancas que son curtidas por el sol de la tarde, pero, llegó la noche a descender hacia lo más pernicioso de todo pertinaz mal encuentro entre Isidro del Campo y Tatiana del Hueso. La serenata sin ser correspondida se siente en la mala encrucijada zozobrando entre el frío y calor de una aventura siniestra en Isidro del Campo caer rendido sobre el césped cuando a la verdad que quedó como un hombre enamorado. Isidro del Campo quedó como el desastre tan cruel como la aventura más inconsecuente en el ocaso inerte entre las sábanas blancas curtidas de soles abiertos por la tarde de verano. Tatiana del Hueso sintió en la alborada una sola culpabilidad sin haber encendido las luces de esa habitación donde llegó la linda serenata para ella emerger del amor que le tiene Isidro del Campo. Tatiana del Campo y la segunda serenata para ella se siente como la verdad sin ser intransigente y sin ser como la bondad de salir por la ventana a ver quién es quién y quien le canta la serenata a Tatiana del Hueso. Tatiana del Hueso se siente como la única verdad de que su paz es inalterada, está muy controlada y que no desea por ninguna índole que sea inalterada como es su paz y no la de nadie ni ninguna otra persona más. Tatiana del Hueso se ve aferrada a la idea de creer que esa segunda serenata es por su amor, pero, sí, aunque así es, ella sin salir por la ventana está sucumbiendo en un trance directo en saber que la segunda serenata tampoco le va a Tatiana del Hueso.
Tatiana del Hueso sabe una cosa y es que si recibe ésta segunda serenata no podrá tener más paz, ni tranquilidad ni sosiego ni calma en su vida. Isidro del Campo cantó con todo pulmón y con todo sentimiento de una pasión indeleble y vehemente, pero, no, sin lograr su cometido está sintiendo que su segunda serenata no le trae buen sentimiento, conmoción y emoción a Tatiana del Hueso. Isidro del Campo siente que su mundo es como es, sin interpretar una canción está Isidro del Campo cuando la forma y manera de atraer en serenata está decepcionado, abatido, y muy adolorido en el afán de cantar otra serenata para su amada Tatiana del Hueso. La muchacha de ojos y cabellos castaños quiso y ama más a su paz que a la segunda serenata que le canta Isidro del Campo desde las afueras del balcón. Y Tatiana del Hueso sin contestar como fue la primera serenata que le había hecho su amor, su amante más vehemente y con todo sentimiento. Isidro del Campo quiso ser como el joven más enamorado y más vehemente que se pueda expresar cuando el amor y la pasión van de la mano corriendo y cruzando montes, praderas, valles y playas como ¨Los Caracoles de Colores¨, cuando se conocen tanto Isidro del Campo y Tatiana del Hueso. Si Isidro del Campo y Tatiana del Hueso se aman, pero, parece que a ella sin agradar ni gustar la segunda serenata siente como el soplo del viento o como la insistente carga de creer que su paz es decepción y que es inalterada por un ruido que ella cree que es ensordecedor como lo es la linda y bella serenata. Si Tatiana del Hueso va en busca de su eterna paz y de su tranquila calma en un estado de sosiego y de templanza cuando su temple se aferra a la idea de ver al cielo de tormenta, pero, es un frío, pero, cálido inherente como la misma paz. Tatiana del Hueso se siente como la cálida paz y tan inconsecuente como intransigente deseando que esa paz sea refugio en la piel y en el cuerpo una conmísera dulce atracción cuando su paz siente el desafío de tener, obtener y poseer esa paz mísera en su cruel alma. Tatiana del Hueso no desea responder a las serenatas de Isidro del Campo y queda como una sola verdad inocua, pero, tan cruel y con tanta decepción. Tatiana del Hueso encrudece de paz incolora, trascendente y muy estable cuando sin responder a ésta segunda serenata no decepciona la paz ni la perfección de creer que su paz es indomable. Tatiana del Hueso es incontrolablemente asediada por la paz, por la tranquilidad, por la calma y sin dejar que su paz sea inalterada y que sea tan fugaz como el tiempo en decadencia sin dejar que la paz sea como la maldita guerra. Isidro del Campo quiso desnudar la voz, la canción enamorada, y la pasión vehemente cuando la muchacha es joven como la paz incontrolable que posee su alma. Si Isidro del Campo tan siquiera con el alma y con la espeluznante y estrepitosamente fuerza se vio como la fuerza en voz de calar la fuerza en mirar y observar que el destino es fuerza en el alma desnuda de Tatiana del Hueso. Tatiana del Hueso no responde a la segunda serenata de creer en el embate sin recibir la serenata de Isidro del Campo. Tatiana del Hueso siente en la encrucijada de querer más a la paz que a las serenatas consecutivas cantadas por Isidro del Campo. Isidro del Campo en la segunda serenata que canta interpreta esa canción que expresa así…
-¨…la vida comienza en amar lo nuestro cuando tú Tatiana de mi corazón eres la titana de mi alma con la luz que llega de tus lindos ojos castaños cuando me dices te amo, sí, abre la ventana que estoy aquí por tu amor y por tí…¨-...
Isidro del Campo canta su tercera serenata a Tatiana del Hueso para enamorar más a la chica porque ya lleva dos serenatas en noches consecutivas que no le responde ni ha recibido con amor y dulce encanto a sus serenatas por no alterar su paz. Isidro del Campo sin saber aún de la impoluta verdad y sin vencer sus ánimos prosigue cantando en la serenata. Tatiana del Hueso en la noche consecutiva después de dos serenatas se vio intransigente, inconsecuente e inestable defendiendo a su paz indomable e incontrolable como la paz más bella de toda tranquilidad cuando en el afán de creer en el amor a ella sin importar la trascendencia autónoma en una sola salida hacia esa paz incolora y todo porque no la desea perder. Tatiana del Hueso se ve aferrada a la mala idea en creer que su paz está inalterada cuando llega la tercera serenata a ella. Tatiana del Hueso se ve en la encrucijada de la espera inesperada de encender las luces por la ventana y salir por el balcón hacia lo inexplicable de toda serenata cantada por el cantante llamado Isidro del Campo. Isidro del Campo le canta la tercera serenata a Tatiana del Hueso para saber si en la tercera serenata puede salir por el balcón y saber si existe verdaderamente el amor. Isidro del Campo, ésta vez, le canta a Tatiana del Hueso la tercera serenata expresando así…
-¨…Tatiana del Hueso, soy solamente un sabueso que sólo quiero roer un hueso, abre la ventana y sal por el balcón que estoy aquí como un sabueso pendiente al amor de Tatiana del Hueso…¨-,
Isidro del Campo quiso cambiar la lírica a la poesía de la canción y lo expresó de esa manera tan vil, cruel y tan vulgar. Tatiana del Hueso cerró la ventana, apagó luces y se fue a dormir sin salir por el balcón para recibir la tercera serenata y ni así pudo sobrevivir Isidro del Campo esperando por el cambio de su actitud. Tatiana del Hueso quiso ser perfecta, indecorosa y muy afable, pero, su alma se vio aterrada por la lírica en canción que Isidro del Campo le cantó y desencantó cuando le llevó la tercera serenata por el balcón de su hogar. Isidro del Campo la vida comenzó a despilfarrar dolor, llanto, pena y sufrimiento cuando Tatiana del Hueso sin recibir la tercera serenata no desea salir por el balcón. Isidro del Campo queda atónito, estupefacto, decepcionado y muy adolorido cuando en el embargue de la tercera serenata Tatiana del Hueso no lo recibe si siente en su corazón que no es una serenata sino un mensaje sin calor alguno ni poesía en canción. Tatiana del Hueso se ve en la encrucijada de cerrar la ventana y sin poder salir por el balcón a recibir la tercera serenata de Isidro del Campo porque siente que su paz es violada, inalterada y trastocada en el afán de recibir una serenata ruidosa y estruendosamente porque altera su paz. La tercera serenata para Tatiana del Hueso fue estruendosa y estrepitosamente muy ruidosa alterando su paz, tranquilidad y calma. Tatiana del Hueso no desea que su paz sea trastocada, violada o inalterada y decide marcharse a dormir sin recibir la tercera serenata de Isidro del Campo. Isidro del Campo se decepciona, casi muere en el acto del dolor, de la pena y del sufrimiento que le embarga porque Tatiana del Hueso no recibe con buenos ojos a su tercera serenata. Isidro del Campo le canta a la primavera, al sueño y al deseo de enamorar más y más a Tatiana del Hueso.
Es otro día para Tatiana del Hueso cuando se mira al espejo y el reflejo sólo le insiste que su paz, tranquilidad, calma y sosiego es el temple para poder sucumbir en la vida como una paz indomable, incontrolable y estable en su vida. Es otro día para la vida de Tatiana del Hueso cuando por fin se reencuentra con Isidro del Campo como la era, la época y deseando averiguar el por qué sin recibir sus serenatas para poder amar y ser feliz al lado de Tatiana del Hueso. La vida para Tatiana del Hueso se aferra en saber que el reflejo en el espejo se aterra en poder mirar y observar su propia paz incontrolablemente hermosa y tan real como poder no haber recibido esas serenatas porque su paz vale virtud, tranquilidad, calma, sosiego y no permite que nada ni nadie le atormente su paz. La vida para Tatiana del Hueso atormenta con bifurcar una paz incontrolable deseando ver el cielo sin tempestad, sin tormenta, pero, en total calma como todo sol de primavera. Tatiana del Hueso sabe una cosa y es que la vida es paz, tranquilidad y calma cuando se atormenta con una serenata la vida de una mujer de paz. La vida de Tatiana del Hueso se debe a que su paz es incontrolable, indomable y muy estable cuando se petrifica la forma y la manera sin recibir esas serenatas por no querer alterar su paz. La vida de Tatiana del Hueso comprende una paz y un sosiego que no desea que sea eficazmente inalterada y es que no le agrada las serenatas cuando su vida y su corazón aman a Isidro del Campo, pero, su mundo no es igual cuando las serenatas son estruendosamente muy ruidosas y alteran su paz. Tatiana del Hueso sabe una cosa y es que la vida, a veces, molesta, trasciende y es intransigente como el dolor y la fuerza en sobrevivir con paz sin recibir indecorosamente esas serenatas. Tatiana del Hueso desea la paz indudablemente eficaz en su existencia para poder vivir sin camorra, sin reyertas, sin contienda ni altercados por querer que la paz sea insospechada como la paz más deseada y que nada ni nadie se interponga entre su paz y ella. La tercera serenata para Tatiana del Hueso fue como un abrir y cerrar de ojos sin saber que la vida calma en redención la paz, la tranquilidad y la calma para poder sobrevivir en la vida. Tatiana del Hueso sabe una cosa y es que la vida comienza a bifurcar una cosa por otra y ella no está en acuerdo en ofrecer su paz por una serenata estruendosa edificando la vida, la premura y la intranquilidad en su vida. Tatiana del Hueso sin capaz de ofrecer una paz por una serenata y es que el ruido es ensordecedor como el tormento y la tempestad que desata un desastre. Tatiana del Hueso quedó afortunadamente con su paz indomable, incontrolable y sin ser alterada para fraguar en numen inventivo y que nada ni nadie le altere la forma y la paz que sabe que es fructífera sin ser infructuosa. Isidro del Campo nuevamente en la tercera serenata que le canta así…
-¨…Tatiana del Hueso, soy solamente un sabueso que sólo quiero roer un hueso, abre la ventana y sal por el balcón que estoy aquí como un sabueso pendiente al amor de Tatiana del Hueso…¨-,
Isidro del Campo sin percatarse de lo sucedido conlleva un dolor, una pena y una intranquilidad como haber violado intransigentemente a la paz de Tatiana del Hueso, pero, sólo fue una serenata y una lírica sin sentir menosprecio o dolor por consiguiente cuando el alma y la verdad aflora como lo que siente Isidro del Campo como el hombre sin paz y con ruido ensordecedor que sólo quiere otorgar una serenata a su amada y a su amante con paz. Isidro del Campo no se percata de la paz indomable, incontrolable y estable de Tatiana del Hueso en su habitación.
Isidro del Campo sin excepción alguna conlleva una atracción efímera, pero, muy perenne sin saber que sus serenatas son la perdición y decepción para Tatiana del Hueso. Isidro del Campo sólo desea saber una cosa y es que su mundo es real como sus serenatas para Tatiana del Hueso, si es su único amor en el mundo. La cuarta serenata es para Tatiana del Hueso, ¿la recibirá desde el balcón, abrirá por fin la ventana y encenderá las luces para amar a Isidro del Campo? Si Tatiana del Hueso sólo atraviesa por lo peor de los casos: que su paz no sea inalterada y sin fallecer ante el ruido ensordecedor y eso no lo sabe Isidro del Campo. Tatiana del Hueso se siente en la encrucijada si sale por el balcón y recibe la cuarta serenata consecutiva en el cuarto día de serenatas de Isidro del Campo. La bella muchacha que no desea que su paz sea inalterada, si posee desde que quedó huérfana de padres sola y en la más amarga de las soledades y entre un silencio automatizado de espera por el gran ruido de la ciudad o de la calle o de la avenida. Si Tatiana del Hueso quedó como la nueva era, como la época y la trascendencia en querer lo que encrudece de tiempo y de sorpresas innatas de tener y poseer una cuarta serenata para el amor y el perdón sin poder abrir la ventana en días pasados desde que le llegó la primera serenata, pero, ésta cuarta serenata no fue igual a las demás sino muy diferente cuando Isidro del Campo le cantó lo que encantó a Tatiana del Hueso. La cuarta serenata es una sola serenata de igual envergadura que las primeras, pero, en el trance directo de creer que la serenata es buena. Isidro del Campo le canta a Tatiana del Hueso así…
-¨…oh, Tatiana del Hueso, eso que tienes en tu corazón es mi razón, sólo quiero tu amor y tu corazón para amar, sólo ven a mí y te diré que eres mi único amor, cuando eres mi solo corazón el que se muere de pena sino abres la ventana y enciendes la luz, sólo ven a mí y te haré feliz…¨-,
Isidro del Campo como cantante, al fin y al cabo, no detiene su voz ni su grito para cantar con guitarra, maracas y bajo una sola serenata a su amada y a su amante más caprichosa en hacer creer que su paz es indomable e incontrolable. Ella vive por esa paz, por esa tranquilidad y su calma, nada ni nadie se la quita, se la roba o la molesta. Tatiana del Hueso cree y piensa que el ruido ensordecedor de esa cuarta serenata es una sola estruendosidad marcando el ruido en dar una sola suerte de que pueda abrir la ventana y salir por el balcón a recibir la serenata de Isidro del Campo. Tatiana del Hueso converge y siente que su paz es violada como la intransigencia de creer que su mundo es diferente y su paz también. Isidro del Campo le lleva la cuarta serenata a Tatiana del Campo a su hogar desde que la ama con todo el amor y con toda pasión desde que la conoció en la playa ¨Los Caracoles del Colores¨, pero, no, aún no la conoce y es que su paz es indudablemente intocable y no quiere que sea trastocada. La joven Tatiana del Hueso se dedica de lleno a su paz espiritual cuando en el afán de entrever la razón y el corazón se siente como el suave desenlace sin poder abrir la ventana ni salir al balcón para corresponder y recibir la cuarta serenata de Isidro del Campo. Tatiana del Hueso en el enjambre de creer en su alma siente la encrucijada en dar una sola paz y que no sea violada por nada ni nadie, cuando la paz en el corazón ella siente que es intocable sin ser trastocada.
Tatiana del Hueso siente que su paz lo es todo y a nada ni nadie le permite que sea inalterada. Tatiana del Hueso sólo sabe una cosa y es que en su mundo sólo permite que entre y albergue su paz indomable e incontrolable cuando en la sensibilidad de su paz, de su tranquilidad y de su calma son indudablemente controladas. Tatiana del Hueso siente en la vida que ese ruido ensordecedor de esas serenatas van a terminar con su paz, con su vida y con su tranquilidad. Tatiana del Hueso serena, tranquila, en calma, y con una paz indomable cree que su vida es como el desastre en la fría tempestad o en la cruel tormenta, pero, no, no queda más que defender y proteger a su paz, a su tranquilidad, a su sosiego y serenidad de vida. Tatiana del Hueso sabe una cosa que si recibe ésta cuarta serenata tendrá que recibir las demás serenatas como preámbulo del amor del conocido en la playa ¨Los Caracoles de Colores¨, en donde conoce a Isidro del Campo. La vida para ésta pareja es cuesta arriba, porque todo es como es, sin saber ni decir nada ni callar absolutamente nada, pero, Isidro del Campo no sabe ni sospecha que la paz de Tatiana del Hueso es todo para ella. La paz para Tatiana del Hueso nada ni nadie se podrá interponer con su voluntad para frenar la vida o en querer soslayar en el tiempo como sollozar con lágrimas acérrimas que interrumpen en el alma una osadía en querer que el tiempo no caduca ni expira. La paz para Tatiana del Hueso está indudablemente bien controlada. La guitarra canta con la voz de Isidro del Campo en la cuarta serenata para Tatiana del Hueso. La cuarta serenata es una débil, pero, muy intensa serenata, por la cual, se libera la transigencia de tener el frío ademán de todos los tiempos cuando ocurre el ir y venir lejos de la realidad que siente Isidro del Campo y quizás es su jovial voz que no le agrada a Tatiana del Hueso. La guitarra canta con tono de arpegios para cantar la cuarta serenata a Tatiana del Hueso y que si recibe esa serenata sabe que tendrá que recibir tantas serenatas que Isidro del Campo le quiera y desee cantar. Tatiana del Hueso, aún no recibe ni corresponde a ninguna de las serenatas cuando en el albergue de tentar la suerte en el alma conlleva una mala atracción sin recibir jamás a las serenatas de Isidro del Campo. Si Isidro del Campo es el alma y el corazón, la fuerza y la que lanza en decadencia una cuarta serenata para revivir el amor y la pasión por ser como el juego del amor dejando cálidas sensaciones y sensibilidades. Tatiana del Hueso arde en el tiempo, la vida, la forma y manera de atraer en la vida una sola contienda, una reyerta o una camorra, por la cual, desciende en el alma una manera de ver el cielo de fría tempestad o de tormenta en querer atrapar de la vida a esa paz añorada que tanto tiene y posee cuando en la paz, la tranquilidad es la serenidad que está en transición. Tatiana del Hueso sabe una cosa y es que si ella recibe esa cuarta serenata sabe que tendrá que recibir las otras serenatas venideras cuando en el alma y en el corazón se siente como ser sorda de la música, de la serenata, del amor y con ser ciega de ojos cuando no lo ve, no lo observa ni la mira cuando arde el tiempo y el recelo de la sola verdad que la serenata es cantada con amor y con mucho respeto del corazón enamorado de Isidro del Campo. Si Isidro del Campo decide llevar cuatro serenatas en cuatro noches consecutivas hasta que se decepcione o hasta que Tatiana del Hueso responda a las serenatas que le canta Isidro del Campo a la muchacha de ojos y cabellos castaños. Isidro del Campo reacciona de la peor manera cuando ocurre la transitoria serenata cantando con la manera y el eficaz tormento de creer en el mañana como una sola eficiente verdad cuando él decide continuar consecutivamente ofreciendo serenatas en las noches de amor inconcluso. Si Isidro del Campo en la cuarta serenata le cantó a Tatiana del Hueso así…
-¨…oh, Tatiana del Hueso, eso que tienes en tu corazón es mi razón, sólo quiero tu amor y tu corazón para amar, sólo ven a mí y te diré que eres mi único amor, cuando eres mi solo corazón el que se muere de pena sino abres la ventana y enciendes la luz, sólo ven a mí y te haré feliz…¨-,
Tatiana del Hueso recibe la quinta serenata en el balcón de su hogar. ¿Qué hace Tatiana del Hueso?, ¿Tatiana del Hueso recibe o no corresponde a la serenata de Isidro del Campo?. Tatiana del Hueso siente en la quinta noche el desafío o el recelo de la única verdad en que el instinto se petrifica como el dolor, pero, llena de paz sosegada y templada como el aire sosegado de entrever a la rica razón de creer en el alma viva, pero, muy llena de paz. Si Tatiana del Hueso quiso ser feliz, pero, su paz es real como verdadera es la vida y nada ni nadie se interpondrá entre su paz cuando en el alma desiste en ser verdaderamente feliz. Tatiana del Hueso y su paz que es tan real como verdadera si el aire está sosegado e imperioso como su paz clandestina en silencios autónomos. Isidro del Campo quiso ser como el cantante de la quinta serenata que le lleva hasta el balcón de Tatiana del Hueso, si en el afán de creer en sobrevivir en la comitiva de serenatas que le ha llevado, no más, él siente una cruel decepción. Tatiana del Hueso siente que su paz es violada, inalterada e inestable cuando Isidro del Campo le canta la quinta y última serenata en las afueras del balcón en el hogar de Tatiana del Hueso. La vida comienza de cero cuando Tatiana del Hueso escucha por fin la serenata sin hacer caso omiso destronando, destrozando y derribando a su propio sentido del oído sin sentir sordera. Tatiana del Hueso escucha por fin la quinta serenata que le lleva Isidro del Campo queriendo sosegar, disipar y templar la vida como el amor en el corazón desde que conoció a ésa mujer en la playa ¨Los Caracoles de Colores¨. Isidro del Campo quedó prendado de Tatiana del Hueso por sus ojos y cabellos castaños, pero, ahora la decepción aflora en contra de una felicidad cuando ella no responde ni corresponde y mucho menos recibe la quinta serenata que él le canta . Tatiana del Hueso e Isidro del Campo se miran cara a cara cuando por fin ella decide dar la cara y recibir la quinta serenata abriendo ventanas y encendiendo luces para poder recibir a la quinta serenata. El balcón lleno de flores y aromas naturales es el escenario fastuoso, pertinaz y suspicaz encuentro entre dos seres que se aman sin consecuencias. Isidro del Campo perdona los deslices de Tatiana del Hueso por temor a ser rechazado en el amor, en el corazón, en la vida del amor y de pasaje clandestino de ir y venir lejos con boleto en mano hacia un buen destino de ver el cielo con sol en una alborada como la noche mágica donde Isidro del Campo le llevó serenata a Tatiana del Hueso. Tatiana del Hueso con amor recibe a esa quinta serenata abriendo ventanas y encendiendo luces para poder ser feliz al lado de Isidro del Campo con la paz que ha añorado, anhelado y deseado en su vida con amor y pasión entregando vida, corazón y alma a un amor que no fue correspondido en las cuatro serenatas consecutivas. Tatiana del Hueso, hasta que por fin, entendió que el amor y la paz llevan la gran suerte de amar bajo el mando del amor y de la pasión vehemente que llama como la llama en la fogata de un amor que ha nacido para florecer como la vida misma y como las rosas en primavera. Tatiana del Hueso por fin comprendió que el amor en su vida era más o igual que la paz que tanto defendió y protegió deseando ver el cielo con sol desmoronando la intransigente paz inalterada. El amor sobrevive con la quinta serenata de Isidro del Campo estremeciendo con estruendoso ruido ensordecedor, pero, muy agradable en el oído para Tatiana del Hueso cuando decide recibir la quinta serenata. Tatiana del Hueso olvida de que sus oídos no escucharon la serenata por mantener, defender, proteger a su paz, a su calma, a su tranquilidad y sosiego constante cuando en el alma intercede como la aventura de corresponder a esa quinta serenata. La muchacha de ojos y cabellos castaños sólo albergó amor, pasión y vehemencia en el corazón cuando en su alma y en la vida nunca se destrozó a una paz inalterada, la que nunca fue devastada por el amor que Isidro del Campo le otorgó amor en esas lindas serenatas. Tatiana del Hueso e Isidro del Campo quedan con el amor y juntos para siempre amando la paz y el amor en cada situación de la vida cuando la paz era todo para Tatiana del Hueso.
FIN