Ay de mi¡ que no me siento
que mi carne, está apagada
que eligiendo humo, o escarcha
no me mueven sentimientos,
como las velas de tela
que el frío viento traspasa
como, lagunas que secas
añoran tener el agua,
pobre de mi¡ que se apaga
la llama de mi esperanza,
como el árbol que se tala
por dar su cuerpo y su leña,
como el viento que agoniza
traspasando cordilleras,
como el mar que no se agita
sucumbiendo a sus mareas,
pobre y mísero de mi¡
que la vida se me acaba,
como se acaban los días
como flores que marchitas
vomitan lentas su sabia.
Como el monte, que es herido
por el fuego que lo arrasa
como pájaros de un nido,
abandonados sin causa
triste destino¡ pobre mi alma,
que lucha y quiere vivir
y aún luchando, sigue así
por derrotado y vencido.
Pobre y mísero cautivo¡
de cadenas enlazadas,
alma que lucha por nada
en las cuerdas del destino,
como lucha la guitarra
por sonar, sin tener ritmo
como la carne ha sufrido
cientos de cuchilladas,
como el dolor de estar vivo
en una muerte anunciada,
como siente el peregrino
viendo la senda acabada.
Pobre y mísero erudito
encarcelado de gloria,
pobre iluso¡ que su historia
nunca se supo ni escrito.
Ay de mi¡ de mis principios
de mis leyes, de mi causa
pobre poeta que has sido,
el eslabón que quebranta
la poesía y sus ritmos.
ay de mi¡ que no he sabido
con mis letras, tener alma¡
y se mueren recitadas,
mis poesías y poemas
en un mundo sin palabras.
Pobre de mi¡ que poeta
me imaginé un día ser,
y resultó al revés
que soy preso de mis letras,
como el agua tiene al pez
como el tronco, a la madera
como el viento tiene al polvo,
como el mar, a las mareas
pobre de mi¡ que soy siervo
de poesías y poemas,
esclavo soy de los versos
y culpable, a sabiendas
que nací para poeta
y lo mismo, así me muero
pobre de mi¡....