Ojo a esa cría de cuervo,
me refiero al juez Belasko,
un vocablo que, recuerdo,
quiere decir eso, en vasco.
El insigne juez Velasco,
Eloy, -más le va Elayer-
soltó un ‘speech’ de dar asco;
será lo que él puede hacer,
en línea con aquel dicho
de “el que puede hacer que haga”,
que formuló aquel mal bicho
que, al grAznar, siempre la caga.
con el fin de deponer
al gobierno progresista.
Estar sin tocar poder
no hay facha que lo resista.
Los cuervos saben graznar,
pero a este juez se le nota,
tras ponerse a desbarrar,
que grazna estilo gaviota.
Entre gaviotas medraba
en la tierra valenciana,
donde el PP gobernaba,
en la época de Zaplana.
Pelín misógino y facha,
el juez cuestiona al gobierno,
que de ilegítimo tacha,
pese a salir de un congreso
formado tras elecciones
y acusa a Irene Montero,
de pretender dar lecciones
desde el supuesto cajero
de cierto supermercado,
en que trabajó hace tiempo,
a jueces y magistrados
de qué es el consentimiento.
Si no de eso, el joven cuervo
debe estudiar la lección
de legítimo gobierno
que está en la Constitución.
Este alfil de los peperos,
deja un tufo de clasismo
humillando a los cajeros,
y cierto aroma a machismo.
Si el Partido Judicial
se muestra con pertinacia
partidario, no imparcial,
lesiona la democracia.
Cuando -ocurre con frecuencia-
sale alguno de estos jueces
a exigir la independencia
judicial, palos merece.
© Xabier Abando, 29/11/2024