Apacibles tardes de otoños vividos,
cuando sobre la hierba caen los frutos
produciendo sordos sonidos,
y rozan la tierra más inclinados
los destellos del sol,
apenas se nota el tiempo pasar.
El árbol sus hojas pierde,
y sus ramas nos recuerdan
unos brazos implorando al cielo,
con ruegos y lamentos
la desnudez de su cuerpo.
Extraña belleza,
apenas se nota el pasar del tiempo,
la frescura del aire
en las templadas tardes,
de suave muerte saciada
y contenida de vida…, serena.
Conjunto de ocres colores
y quebrantos anaranjados,
implorantes verdes aislados
que relajan la mirada,
apenas se nota pasar el tiempo.
Silente otoño, espero en este sueño
y compongo mis miedos,
éxtasis de aromas y olores
a maderas, a humo de chimenea,
a tierras húmedas y labradas,
a manzana, a castañas asadas…
calma natural, descanso, letargo.
Descubro el silencio y lo siento,
apenas si noto los ruidos
y va pasando mi tiempo.