No es el día el que me obliga a buscarte,
ni la noche la que hace que te piense.
Tampoco ese sentir que me recuerda
que debo esta allí, siempre.
No son tus palabras, claro que no,
ni tus acciones, tan acertadas
para cada momento.
No es el amor que creo sentir,
ni la remota posibilidad
de que pienses corresponderlo.
Lo cierto es que hay algo,
algo que me acerca a ti,
y creo que es mejor nunca saberlo.