Si somos eslabones del encadenado de la ignorancia, de la desigualdad, de la miseria, de nada vale la palabra, si la ética no funciona y no mejoramos, empeoramos; nos damos cuenta que debemos comenzar de nuevo, renacer como el ave fénix de sus propias cenizas.
Si miramos con calificada indiferencia la pobreza, la vida no tiene Zarza, hablamos por hablar, somos voceros de la palabra muda, callada y falsa, somos zombis deambulantes del camino.
Si caminamos hacia lo incierto dándolo por cierto, la paz es la guerra y la guerra el ruido que ensordece, que mutila, que corta el oxigeno de vida.
Si en medio de las sombras jugamos al pirata, al capitán sin barco y sin timón, seremos rocas calizas en el mar sin agua, sin olas, sin playas.
Si abrimos nuestros ojos, nuestro pensamiento, nuestro corazón y nuestros brazos tendremos un mundo mejor.
Si dejamos de amenazar y dejamos al hombre pensar por si mismo por su verdadera realidad por necesidad cierta de existir, su existencia tendría un mejor sentido.
Si escucharemos nuestras palabras de aliento como se convierte en desaliento en muda realidad en sortilegio de mentiras y engaños, no nos engrandecieramos ante la presencia divina de nuestro creador, sino que callados, silenciosos y sumisos de rodillas pediríamos perdón al Dios del cielo.
Si tan sólo un segundo miramos el dolor de nuestro hermano caído, si entendieramos, la palabra \"lealtad\" si juntáramos esos sueños del pasado con la realidad del hoy; tal vez tendríamos un mundo mejor.
La vida resulta una aventura perdida, sus confusos caminos, nos conducen hasta veredas, donde somos verdaderos extraños, cuáles zombies que deambulan entre el bien y el mal. Calcamos tanta tristeza en nuestros rostros, miramos con anhelo hacia nosotros mismos para darnos cuenta, que el camino que creímos fácil es un empedrado lleno de eno, miseria, tristeza y falsedad que desde nuestros adentros la soledad se mofa.
Xiomiry.
X.B.H.N.