Ethos
Prefiero que me digas qué te gusta,
que gusto que me digas qué prefieres;
en cada sentimiento, si hay placeres,
en ellos, la esperanza pues se ajusta.
Prefiero que me digas qué te inquieta,
que gusto descubrir tus pensamientos,
navego mar adentro por momentos,
quedando como nexo nuestra meta.
Prefiero que me digas tus secretos,
que gusto conocer de tus verdades:
te veo y ya no creo en las edades,
confiando en tus ojitos indiscretos.
Prefiero que me digas todo, todo,
que gusto conocerte más a diario.
Pues tengo para ti lo necesario
y nadie nos dirá cuál es el modo.
Samuel Dixon