Eres mi encanto, mi eterno anhelo,
susurros del viento en un claro cielo.
No existen palabras que puedan decir
lo que tus ojos me enseñan a sentir.
En cada mirada, un mundo oculto,
donde florecen los sueños
adorables silencios que hablan sin voz,
tejiendo en la sombra un sincero adiós.
Amor entre versos,
en rimas calladas,
donde el tiempo se pierde
y las almas son alas.
Nuestros corazones laten al compás,
de un eco distante,
pero tan audaz.
Dame tu mano, viajemos sin miedo,
trazando caminos
que aunque no haya palabras,
lo sé con fervor,
nuestro silencio es música,
eterno amor.
Así, en el abrazo de noches estrelladas,
donde el alma se encuentra,
las penas olvidadas,
te llevo en mis versos,
en el roce sutil,
mi encanto, mi anhelo,
mi razón de vivir.
Andrea ©