Tiempos turbulentos
no necesitan de un héroe;
gente de a pie sabrá luchar por lo que es justo.
Conflictos y querellas
no requieren de un mediador;
niños llegarán y lo solventarán con la verdad.
Todos esos errores irremediables
serán bien soportados por esta y futuras generaciones.
Pero el día en que la realidad sea invivible,
cuando existir parezca un castigo
y todo sea culpa nuestra,
hará falta combatir con esperanza,
responder con ferocidad a los agravios,
morir de pie con valentía por una causa.
Será necesario un héroe,
valiente, feroz, combativo,
y ese podrías ser tú.
Claro que podrías.