No me lastimaste, no era tu intención después de todo. Simplemente ya era un ser insignificante desde siempre. Tus palabras solo vinieron a quitarme el velo, donde creía que podía estar en paz contigo y conmigo. Creía que todo lo que me decías era cierto.
Se que no sentías lo suficiente como para dedicarme una canción, expresarme alguna palabra desde lo profundo de tu ser.
No te culpo, porque no he sido especial para nadie.
Te deje ir, porque las esperanzas y las insertidumbres son dolorosas.
Cuando veía tu mirada sobre mi, esforzándose a quererme, era como forzar al frío ser cálido.
No puedo ser de oro si soy solo un fragmento de arena.
Retumba en mi las palabras:
\"No eres lo suficiente\"
\"No puedo verte de la misma manera que tu me ves\"
\"No me satisfaces\"
¿Realmente soy tan malo?
¿Por qué te dedicaste a mi tanto tiempo, si desde el principio no era lo que tu buscabas?
¿Cómo puedo empezar de nuevo?
¿Cómo recupero mi sonrisa, mis ganas, mi luz?
Este dolor llego reforzado y con más desprecio a mi que nunca. Caí profundamente en mi lago de inseguridad. Y tu intención era clara, hacerme creer que todo estaba bien, cuando no era verdad.
No era tu culpa, tal vez lo intentaste, te esforzaste.
Solo era mi triste naturaleza lo que no pudiste apreciar como yo hubiera querido.
Seguiré a la luz de la luna, continuaré con mi dolor, paso a paso en esta realidad. Viendo ojos que no me ven, escuchando a todos aquellos que no me quieren escuchar.
No importa, Benjamín, todo lo que haya pasado, no lo entenderás porque sé que nunca haz sentido esto.
No puedo pedirte perdón, porque en lo que falle no dependía de mi, solo era yo, siendo yo en todos mis fragmentos.
\"Vence en las nieblas y vuela como las nubes desde el impulso que te di, se fugaz, brilla en todo lo que puedas, se feliz\".