JAGC

UNA MANTILLA BORDADA

Una mantilla bordada,

con hilos negros de llanto, 

cubre mi filial cabeza

estas mañanas de otoño

al entrar en la blanquecina alcoba 

donde mi madre sufrió

en su lucha con la muerte.

Mis versos hoy son limosnas 

de un tiempo que evoca,

con la sintaxis propia 

de mi corazón rendido 

al poder de la añoranza, 

cuando la vida rendía 

tributo al amor materno,

paseando  su tibieza 

por el parque que almacena 

olores de la ribera,

los domingos de paella 

y las tardes de merienda 

con panecillos untados 

con queso fresco y con fresas.

 

 

 

JOSE ANTONIO GARCIA CALVO