Despertará la princesa de su amor ilusionado,
De su sueño frustrado.
Despertará la princesa en un baúl de punzantes plumas,
Que pinchan, arden, hasta penetrar incesantes en su alma ilusa.
Despertará la princesa de su realidad ilusionada,
Y llorará desesperada cuando vea su verdad desesperanzada.
Despertará la princesa de su muerte ceremoniosa.
Despertará en su tumba inundada de rosas.
Despertará la princesa de su dulce sacrificio de inocencia,
Y hallará que su reino es solo un eco de ausencia.
Bajo su máscara de marfil se escucharán sus gritos de amparo,
Mientras su alma se deshace en un abismo tan claro.
Ya no habrá príncipe azul, ya no habrá hada madrina
Y todos los bienes se verán reacios,
Quedarán solo cenizas de sus sueños amados.
Alzará la vista de su trono sombrío,
Para darse cuenta del mundo marchito.