Somos como el fuego,
cuanto a más grados estamos mas
desintegramos a nuestro paso,
llegando a perder el control
llegando a perder la confianza ,
nuestra cabeza se vuelve un arma blanca.
Fluimos como el aire
como una hoja caída de un árbol,
sabemos donde estamos pero no
sabemos hasta dónde llegaremos,
se fiel a tus propios pensamientos
es lo único que nos mantiene por dentro.
Nos aferramos como la tierra al suelo,
no siempre es necesario hacer esto
algunas veces no llega el agua a nuestro huerto,
estando cada vez mas cerca de clavarnos en el suelo
sin saber en qué momento nos desgarraremos.
Podemos intoxicarnos como el agua
cambiando de estado, no dejes de
confiar en quien este a tu lado
nunca sabemos en que momento nos ahogamos.
Estamos en un núcleo como partículas de átomo
cuando explotamos nos fraccionamos,
sobrepensando sobre lo que hicimos
volvemos otra vez al mismo ciclo,
al mismo ruedo sin uso ni razón
solo por propia intuición,
no sabemos hasta cuando viviremos
escucha a tu corazón y no a tu ego.