Duro de pelar, cabezón,
frágil, pero de dura piel.
Poeta de tercera, libre,
hacemos versos o casi.
Poeta maldito en vida,
nadando en la miseria.
Soñador de palabras.
Duras de pelar sus ideas.
Mediocre y desconocido,
negacionista de mentiras.
Muerto de frío ahora,
con humor cáustico,
reír no cuesta nada.
Palabras evaporadas,
en vida muerto de asco.
Y muerto, qué más da,
en vida muerto de frío.
En una vida muy rara,
demasiado envidiado,
apariencias engañosas.
La vida no es nada dulce,
dentro de su propia vida,
dentro de su gran castillo.
Lejos de todas las miradas,
derrochando la imaginación.
Tan rico que no tiene dinero,
mirando sin comprender nada.
Poeta duro de pelar, artesano,
odiado sin saber las razones.
Mientras sigue en su vida,
difícil, austero, extravagante,
la vida no es para seres como él.
Raro de ver, fácil de verle perdido,
perdido entre sus cuatro muros.
Olvidado de todos y gracias por ello,
en su propia torre, en su mundo,
poeta medio muerto, duro de roer.
Versos que no van a ninguna parte,
poeta que ni es poeta ni es nada,
solo es una sombra que pervivirá.