Cúbreme de alas los sueños
para que no irrumpan con presagios
en la quietud que llena
este cuarto solitario.
Con tu aliento extravagante
susúrrame los misterios
que al ser develados
quiebran todo viso de engaño.
Hada, aguarda mi llegada
recostándote en el confort
de bosques sin edad
poniendo distancia con lujosos recintos
que custodian bufones de armas tomar.
Me tornaré cristalino manto
para proteger tus membranas
presas de naufragio bajo olas de neón
Con vos seré todo aquello que por temor
a sentirme vulnerable no demuestro
Para comunicarnos
vuelos sucederán sobre valles y cerros
que guarecen amantes.
Luego haremos noche dentro de líquidos
castillos y en el festín de la siesta
visitaremos las grutas por las que incas
y atlantes fugaron hacia el centro del planeta.